El asentamiento humano Nuevo Mundo, ubicado en inmediaciones del kilómetro 9+000 de la carretera Federico Basadre, en Yarinacocha, fue escenario de un hecho que pudo llegar a mayores, cuando un grupo de vecinos retuvo a seis individuos, según versión de los vecinos, por comportarse de manera sospechosa y supuestamente intentar seducir a las jóvenes del lugar.
El incidente ocurrió en la tarde del miércoles 24, cuando los habitantes de Nuevo Mundo advirtieron la presencia de seis sujetos desconocidos merodeando por el lugar y entablando conversación con las jóvenes lugareñas, lo que generó un clima de intranquilidad. Alimentados de sospechas, los vecinos se organizaron rápidamente y lograron retener a los individuos, asegurándolos en el sitio.
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Y allí fue que las cosas se empezaron a descontrolar. Movidos por una indignación sin sustento y el deseo de impartir un escarmiento, los vecinos decidieron tomar medidas drásticas con los foráneos. Armados con tijeras, procedieron a cortarles el cabello en una especie de ritual público para luego despojarles de sus prendas de vestir y finalmente prender fuego a los motocarros en los que llegaron.
Personal policial de la comisaría de Yarinacocha llegó al lugar alertado por lo que estaba ocurriendo, logrando controlar la situación y trasladando a los individuos a la comisaría de Yarinacocha para realizar los correspondientes controles de identidad. A pesar de la gravedad de los hechos, ninguna denuncia formal, ni de los sujetos escarmentados ni de los vecinos, fue presentada hasta el momento.
Los vecinos de Nuevo Mundo han dejado en claro que no tolerarán conductas sospechosas o indeseables en su comunidad y advirtieron que cualquier persona que se involucre en actividades sospechosas será castigada de manera similar, en un intento por mantener la tranquilidad y proteger a sus conciudadanos.
Este suceso ha generado un debate acerca de la legalidad y la moralidad de tomar la justicia en manos propias. Algunos defienden la acción de los vecinos, argumentando que su respuesta fue motivada por el deseo de proteger a la comunidad y enviar un mensaje claro a aquellos que intenten perturbar su paz. Sin embargo, otros expresan su preocupación por el linchamiento público y la falta de un proceso judicial adecuado.
CR