Infierno comenzó el martes 8 de agosto, y al menos tres localidades continúan ardiendo desde el viernes 11
Más de 90 víctimas mortales
El poblado de Lahaina, en el archipiélago estadounidense de Hawái, ha sido presa de una catástrofe sin precedentes a raíz de un incendio forestal devastador. La pérdida de más de 90 vidas y la destrucción de cientos de hogares han dejado una comunidad en duelo y desolación. La ineficacia de las autoridades está siendo señalada como un factor clave en esta tragedia.
Este infierno comenzó el martes 8 de agosto, y al menos tres incendios de gran envergadura continúan ardiendo desde el viernes 11. Estos incendios, avivados por una sequía severa y vientos que alcanzaban velocidades de hasta 100 kilómetros por hora, han dejado una marca imborrable.
Hasta el momento, se han confirmado al menos 93 víctimas mortales, una cifra que lamentablemente podría aumentar. Este incendio se registra como el más letal en los últimos 100 años en Estados Unidos.
Perdida supera los 5 millones
La devastación causada por el fuego a lo largo de esta semana ha resultado en la destrucción o impacto de más de 2.200 estructuras en el pueblo costero de Lahaina, en el oeste de Maui. La Agencia Federal de Manejo de Emergencias (FEMA) estima las pérdidas económicas en torno a los 5.500 millones de dólares. El antiguo poblado de Lahaina, que alguna vez fue capital del reino de Hawái y alberga a más de 12.000 habitantes, se encuentra ahora en ruinas, con tiendas, hoteles, hogares y restaurantes reducidos a cenizas.
El calor extremo generado por las llamas ha dificultado enormemente la identificación de los cuerpos recuperados. John Pelletier, jefe de la Policía de Maui, explicó que solo dos de los cuerpos pudieron ser reconocidos debido a que el fuego fundió el metal a su alrededor. En un intento por identificar los restos encontrados, los familiares de las personas desaparecidas se están sometiendo a pruebas de ADN.
En medio del caos, Maui sufrió cortes en el suministro eléctrico, lo que impidió la recepción de alertas de emergencia por parte de los habitantes.
Falta de atención inmediata
Los residentes de Lahaina relatan la ausencia de sirenas de alerta y la falta de preparación ante la inminente amenaza. Muchos de ellos se dieron cuenta del peligro cuando observaron a sus vecinos corriendo y gritando en busca de seguridad. Las críticas hacia la respuesta de las autoridades están aumentando, ya que los residentes reprochan la falta de advertencias sobre la aproximación del fuego que dejó atrapadas a decenas de personas en esta localidad turística.
Vilma Reed, de 63 años, cuya casa fue destruida, expresó su frustración: “La montaña detrás de nosotros estaba en llamas y ¡nadie nos avisó!”. Muchos residentes, como ella, tuvieron que huir con lo que llevaban puesto, dependiendo ahora de la generosidad de desconocidos. La fiscal general de Hawái, Anne Lopez, ha anunciado una exhaustiva revisión de las decisiones y políticas tomadas durante esta catástrofe.
Gobernador asegura que tomaron atención inmediata:
El gobernador ha defendido la labor de las autoridades, argumentando que la situación se complicó debido a múltiples incendios que se desataron al mismo tiempo, exacerbados por vientos fuertes.
“Dadas las circunstancias climáticas, dudamos que pudiéramos haber hecho más ante un incendio tan voraz y veloz”, afirmó. Las causas del incendio aún no se han determinado. Una combinación de altas temperaturas, sequía y los efectos residuales del huracán Dora, que se encontraba a cientos de kilómetros de la costa, alimentaron la velocidad y voracidad de las llamas, impidiendo la evacuación de muchos habitantes.
En esencia, los incendios forestales en Maui son el producto de una compleja interacción entre factores naturales y humanos. Desde los vientos impulsados por huracanes hasta la sequía, la propagación de hierbas invasoras y el cambio climático, todos estos elementos han contribuido a una catástrofe de proporciones inimaginables.