El coordinador del programa de Educadores de Calle del INABIF, Clody Guillen, indica que, estos efectos son productos de la pandemia del covid-19 y que en la actualidad es el aumento de la explotación laboral que vienen sufriendo los niños y adolescentes en todo el país.
El especialista resaltó que este fenómeno social viene ocurriendo debido a los estragos socioeconómicos causados por la pandemia en los casi dos años en el país. El trabajo urbano infantil ha crecido en su mayoría en las ciudades como Huánuco, Pucallpa, Piura, Chimbote.
La pandemia hizo que esto aumente silenciosamente debido a que muchas familias perdieron sus trabajos y se han visto en la obligación de hacer que sus niños trabajen, incluso en algunos casos los menores han sido retirados de las escuelas.
Guillen mostró su preocupación, debido a que se hizo más notorio el encarecimiento de los artículos de primera necesidad en los mercados y emporios comerciales; esto ha obligado a que los niños se pongan a trabajar en estrategias de ingreso.
Clody sostuvo que la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), hicieron una estimación que iba aumentar en un 3% el número de niños que trabajan, es por ello que las instituciones ya se están preparando frente a este gran fenómeno.
En ese sentido, manifestó que existen cerca de 2 millones de niños trabajando en las calles a nivel nacional, debemos tener responsabilidad en lo que estamos haciendo como adultos para que mañana más tarde nuestros niños sean personas productivas.