Un ameno y fraternal reencuentro sostuvieron recientemente las siempre recordadas por sus sensualidad y carisma, ex bailarinas de la hoy desaparecida Orquesta Divina de Pucallpa, dirigida por la también cantante y empresaria Ruth Abensur de Brito, quien falleció el año pasado por un cáncer terminal, dejando un legado de unión y compañerismo entre los que tuvieron la oportunidad de conocerla y trabajar junto a ella, siendo esto uno de los principales motivos que permitieron esta reunión donde no solo compartieron un almuerzo de confraternidad, sino también muchas anécdotas y recuerdos.
El ágape que tuvo lugar en la cevichería del Chef y Especialista en Turismo Ever Jhon Olortegui, quien también trabajó en esa época en el Club Divina Montaña, permitió que las chicas intercambiaran experiencias y anécdotas de las tantas veces que estuvieron frente a los escenarios, deleitando al público que en aquel entonces abarrotaba las instalaciones del referido recreo turístico.
Siempre motivados por ver en vivo y en directo a las chicas Divinas, quienes se caracterizaban por su sensualidad, carisma y cordialidad con los presentes, siendo que muchas veces bajaban del escenario para invitar al público a bailar en el salón de baile, quedando muchos de ellos anonadados ante los movimientos voluptuosos de estas dulces señoritas.
Sobre el particular, la ex bailarina Verónica Rivas Sandoval, nos dice que fue un honor haber sido una de las bailarinas del mejor Resort que había en Pucallpa que es el Club Divina Montaña y en especial de su orquesta Divina, señaló que fue una época de oro y que tiene mucho significado para ella, porque fue una etapa muy bonita de su vida donde aprendió muchas cosas.
Dijo que recuerda a Ruth Abensur como una mujer perfeccionista y que siempre le gustaba innovar, no solo en las coreografías sino también en el vestuario porque quería que el público disfrute de un espectáculo de primer nivel.
Por su parte, Carmen Susi manifestó que le recuerda a Ruth Abensur como una mujer con estilo, elegante y de muy buen gusto, ya que siempre cuidaba mucho que la vestimenta de las chicas se vea majestuoso y llamativo, Mientras tanto, Mechita Montoya dice que siente mucha melancolía al recordar aquellos bellos momentos junto a sus demás compañeras que conforman el ballet de las chicas Divinas. Actualmente ella también esta dedicada a los negocios en el rubro de la gastronomía.
De otro lado la también ex bailarina Maruska Caba destacó la unión y el compañerismo que había entre las chicas Divinas y señaló que tuvo momentos intensos porque tenía mucha pasión por el baile lo cual disfrutaba al hacerlo. Recordó que en aquella época estaba en el primer ciclo de derecho y gracias a este trabajo pudo terminar su carrera de abogada, ya que aquella etapa cimentó las bases para poder cumplir sus sueños y anhelo.
SAMUEL PINEDO